Algun@ se llevará las manos a la cabeza y dirá :¡Oh no! ¡No es posible!
Pero, es tan fácil no apreciarlo porque está ahí siempre... Si quiero me disfrazo o si quiero, no lo hago; si quiero me involucro o si quiero me quedo en casa (total son dos días estupendos para coger de puente), y si no... ¡me la refanfinbla! ¡Me da igual el Carnaval!
Para nosotros es diferente ( o eso queremos creer...) Desde que acabó el carnaval 2014 ( y lo digo antes de que haya empezado éste), estamos contando los días que faltan. Eso nos carga de energía, de ideas, de ánimos para continuar con nuestra tarea durante el año que se hace tan largo...
La batucada nos ayuda y anima en nuestra vida diaria, haciéndonos ver que un miércoles puede ser una fiesta y un domingo una gran juerga. Así se vive desde dentro y así se debería sentir. La motivación la pone cada uno y se viene con la mochila de energía hecha y llena de casa.
Y si quieres venir a la fiesta ¡vente!
El compromiso que adquirimos y compaginarlo con la vida diaria a veces se complica, se enreda, se convierte en un quiero y no puedo, en un no puedo pero quiero. Tú sólo lo puedes hacer más fácil o más difícil, pero sólo depende de tí.
Hoy os invitamos a que escribáis porqué necesitáis el Carnaval, qué significa para vosotros y que vais a sacar de esa mochila que os está pesando tanto para poder brincar y bailar, y gozar hasta hartarse de reír.
¿Ya os habéis enterado?
¡Axé!
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